Fuego cruzado contra las 26 leyes habilitantes

Una lluvia de mentiras y falsedades se ha levantado contra las 26 leyes habilitantes promulgadas recientemente. Así como sucedió antes de la Reforma Constitucional, la misma jauría de expertos, analistas, genios y tecnócratas ha salido a declarar y vociferar con los mismos argumentos de finales del 2007: perdimos la libertad, nos quitarán las propiedades, se concentra el poder, aumentará la inflación, crecerá la pobreza, se consolida la dictadura y pare usted de contar.


Pero sus aullidos sólo convencen a los disociados que les siguen, porque continúan sin argumentos, ninguno se refiere a un artículo específico, ni una ley en especial. Síntoma del desconocimiento de las mismas y su articulado. Otros han sido más erráticos y han llamado a la violencia, desobediencia civil, quema de calles (Rafael Alfonso, Miguel Enrique Otero, Julio Borges, este último después sale con su hipócrita arrepentimiento), destacándose que este último grupo estuvo ausente en la manifestación realizada el pasado 9 de agosto y como siempre, fue la representación más gris del movimiento estudiantil venezolano la que tuvo relativa presencia.


Los caballeros de la especulación y el acaparamiento de alimentos enfilan sus baterías contra la ley de Seguridad Alimentaria que protege a la población de sus prácticas inescrupulosas. Nada dicen de la Ley de Vivienda que aumentó el crédito para la adquisición de viviendas a un 100%, ni de las anheladas sanciones estrictas para los que patrocinan el hambre del pueblo, silencian la participación de los Consejos Comunales.


Afortunadamente, las grandes mayorías que no estudiaron en Harvard, ni en la Católica, les conoce y recuerda sus acciones en el pasado. Si ellos protestan y rechazan las leyes, es porque son buenas para las mayorías, los pequeños empresarios y los cooperativistas. Hasta Carlos Vecchio tuvo la osadía de introducir una recurso de nulidad de las 26 leyes (sin tener conocimiento de ellas) con el único argumento de que son anticonstitucionales. Nelson Maldonado, representante de Consecomercio se lanza con una bola de cristal y predice que traerán más inflación, pobreza y desabastecimiento, rematando que los pobres serán los más afectados cuando precisamente su finalidad es la protección de los sectores más débiles de la sociedad.




Veamos algunas verdades que se ocultan detrás de esa bulla que han armado los mentirosos de siempre:


Leyes Verdades que se ocultan
Ley de Defensa de las personas en el acceso de bienes y servicios. Controla y sanciona toda la cadena de producción, distribución y consumo de los bienes y servicios.
Asegura la distribución de los bienes de primera necesidad.
Evita el alza indebida de los precios
Protege contra la publicidad subliminal
Permite que la población disfrute de los bienes y servicios de forma continua, regular, eficaz e ininterrumpidamente.

Ley de Régimen prestacional de vivienda y hábitat Incluye la atención de las comunidades indígenas, damnificados, mayores de 60 años, discapacitados y las personas solas que ejerzan la jefatura de familia.
El crédito hipotecario puede financiar hasta el 100% del valor del inmueble

Reforma Parcial de la Ley del Seguro Social Se aplicará progresivamente a todos los habitantes del país.
Beneficiará a los trabajadores a domicilio, domésticos, ocasionales y miembros de las cooperativas de producción.

Ley Orgánica de seguridad y soberanía alimentaria Busca alcanzar y mantener niveles de autoabastecimiento
Asegura la protección a los asentamientos de comunidades de pescadores artesanales.
Incentiva la producción nacional y busca la disminución de alimentos importados.
Sostiene que el derecho a la alimentación está por encima de la comercialización y las ganancias excesivas
El Estado tiene la responsabilidad de evitar los monopolios y el acaparamiento.
Propicia la participación de los Consejos Comunales
El Ejecutivo fijará los precios de los alimentos, productos e insumos agroalimentarios declarados de primera necesidad
El Ejecutivo tiene la obligación de establecer políticas de contingencia cuando lo considere necesario

Por: Blanca Araujo
Fecha de publicación: 15/08/08